La Pintura en el Antiguo Egipto. Viajamos al pasado del arte.
Si quieres aprender arte te surgirán preguntas como ¿por dónde empiezo? ¿Qué leo? ¿En que periodo o estilo me centro?. Tanto si quieres aprender sobre pintura moderna o pintura en el Antiguo Egipto, hay tantos libros y manuales sobre arte y sus estilos, que la labor de dar con el adecuado puede ser, no solo eterna, sino muy frustrante.
Aprender Arte es una de las actividades mas placenteras, interesantes y entretenidas que os podéis plantear. Sin embargo, aprender realmente a apreciar una obra o valorarla es complicado si no se cuenta con el tiempo, información y apoyo necesario.
Independientemente del estilo y la época siempre es positivo aprender arte. Hoy viajamos al pasado y nos vamos a Egipto. Vuelven a surgir las preguntas. ¿Qué nos ha aportado el arte egipcio?, ¿Cuál función cumplía la pintura en esta civilización?, ¿Qué materiales usaban?….
Si quieres contestación a estas preguntas, te invito a que leas o escuches nuestro artículo.
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La pintura en el Arte Egipcio tenía un fin simbólico, funerario y religioso. La pintura en el Antiguo Egipto tuvo un gran desarrollo y fue un precedente de la pintura al fresco o témpera.
Utilizaban pigmentos naturales. La mayoría de ellos eran de origen mineral. Usaban polvos triturados como el huevo o del árbol de la goma de mascar o caucho.
El azul egipcio sustraído del vidrio fue el pigmento más importante utilizado en la pintura del Antiguo Egipto.
La paleta cromática del momento tenía seis colores básicos:
Rojo (desher), Verde (wadj), Azul (khesbedj y irtiu), Amarillo (kenit y khenet), Negro (Khem o kem) y Blanco (shesep y hedj). Y, por supuesto, cada color se aplicaba en base a su significado y simbolismo.
La pintura en el Antiguo Egipto estaba sometida a unos cánones o reglas muy estrictas.
En el género de la pintura, las figuras se representaban con el rostro, brazos y piernas de perfil, mientras que el tronco y el ojo estaban dispuestos de frente. Es lo que se llama Canon de Perfil.
En una sociedad profundamente jerárquica como la del Antiguo Egipto, la representación estaba reservada a las figuras de dioses y faraones, aunque después también se incluyó a personajes notables.
El tamaño tenía relación directa con la importancia social del personaje. Por tanto, lo habitual es que el Faraón y los Dioses sean los personajes más altos en las escenas. Y sus mujeres, hijos o enemigos son más pequeños.
Técnicamente la pintura egipcia no aportó demasiado. Las pinturas eras planas, sin tonalidades ni degradados, con ausencia de perspectiva.
Sin embargo, a nivel espiritual lo aportó todo. El menor tamaño de algunas figuras no suponía una aplicación de una perspectiva básica que implicara que estaban lejos. Simbolizaba la inferioridad de la persona en la escala social del momento.
Igualmente, la aplicación del color, diferenciaba a hombres de mujeres. La piel de los hombres era oscura, en la gama del ocre o pardo-rojizo, mientras que en las mujeres era más clara, ocre o amarillo claro o rosado.
Durante el Imperio Antiguo, el bajorrelieve y la pintura van de la mano y comparten los mismos temas y propósitos.
Ambos representaban la vida cotidiana y la naturaleza, para que ambas puedan ser recreadas en la otra vida en la Duat, el lugar donde iban los espíritus de los egipcios después de muerte.
En el Imperio Medio se realizaron pinturas en papiro o sobre el cartonaje que recubría los ataúdes.
Narraban leyendas y rituales funerarios a través de jeroglíficos. Contenían, además, el retrato del difunto a la altura de la zona de cabeza.
Durante el Imperio Nuevo, la temática de la pintura se centró en los relatos mitológicos del Libro de los Muertos.
El texto consistía en una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar a los difuntos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su viaje a través de la Duat, el inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida.
El Libro de los muertos era parte de una tradición de textos funerarios iniciada por los más antiguos Textos de las Pirámides y Textos de los sarcófagos y que se introducía en el sarcófago o cámara sepulcral del fallecido.
La pintura en el Antiguo Egipto, por lo general, se desarrolla durante el Imperio Nuevo.
Las escenas fueron ganando en composición y se perfecciona el estilo a la hora de representar el cuerpo humano que se va alargando y adquiriendo una pose más flexible y natural.
Dentro del conjunto de pintura Egipcia, destacan algunas composiciones.
Las pinturas murales de la mastaba de Nefermaat y su esposa Atet, son un caso singular dentro del Arte egipcio. Fueron realizadas a comienzos de la cuarta dinastía (del 2575 al 2467 a.c.)
Destaca el “friso de las ocas” que describe tres parejas de Ocas del Nilo (chenalopex) en diferentes posturas. La exactitud y precisión de cada uno de los ejemplares de aves, contrasta con la ligereza con la que se dibujan los motivos vegetales.
Los antiguos egipcios sentían un gran respeto por el mundo animal. Destaca la variedad de pigmentos utilizados, que incluyen la malaquita, azurita y óxido de hierro.
La colección de murales de la tumba de Nebamon es uno de los conjuntos artísticos más bellos de la cultura egipcia. Consiste en 11 fragmentos expuestos actualmente en el Museo Británico y otros de menor tamaño en el Museo Egipcio de Berlín.
Nebamón ostentaba el título de «Escriba y Contable en el granero de cereales del divino Amón«.
Aunque su título en la escala social no era alto, su tumba recogió una composición de pinturas de mucha calidad y de autor desconocido.
Uno de los conjuntos pictóricos mas interesantes ha sido el encontrado en Deir El Medina, el más próspero poblado de obreros y artesanos del Antiguo Egipto.
Se encontraron diversas representaciones humorísticas y satíricas dibujadas en ostraca.
En arqueología, el término ostraca se utiliza para designar los trozos de cerámica o fragmentos calcáreos que se utilizaban como borradores para aprender a escribir o pintar. Los ostraca son muy numerosos y son una fuente de información muy útil.
De este poblado es el Papiro erótico de Turín, que algunos investigadores han llamado «la primera revista para hombres del mundo». Es considerado el documento sexual más antiguo de la historia.
Cuando Jean-François Champollion, egiptólogo francés, vio el papiro en Turín en 1824, se escandalizó.
«una imagen monstruosa, obscena, que me dio una impresión muy extraña acerca de la sabiduría y la compostura egipcia».
asi lo describio champollion.
El papiro de grandes dimensiones consta de dos partes. Una primera parte, descrita como satírica y de corte humorístico. Y una segunda parte como erótica y de corte sexual que contiene doce viñetas con diferentes escenas sexuales, en un ambiente descrito como relajado, discreto y erótico.
En los margenes del papiro se han encontrado restos de textos que parecen expresar un ambiente relajado y ludico.
«… Ven detrás de mí con tu amor, ¡Oh Sol, has encontrado mi corazón exaltado, ejercita mi deleite..
La representación de los personajes en este papiro rompe la representación convencional del cuerpo en el Antiguo Egipto. Los hombres aparecen «mal vestidos, calvos, muy bajos de estatura, panzones y con penes exageradamente grandes». Las mujeres, sin embargo, se representan bellas, núbiles (mujeres en edad de poder contraer matrimonio), entre enredaderas de loto.
En general, el mérito artístico de las imágenes es alto, lo que sugiere que el Papiro Erótico tenía un dueño dentro de la élite. El verdadero significado de las imágenes y el objetivo del papiro no está claro, ya que los fragmentos de texto no han revelado ningún objetivo claro.
Espero que nuestro viaje al pasado del Arte te haya gustado. Puedes visitar nuestra sección Historia del Arte y seguir aprendiendo.
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El mejor profeta del futuro es el pasado.
lord byron
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