
Cuando el arte está dentro de ti, está en todas partes.
El arte y la moda han sido dos disciplinas que se complementan y realimentan entre si. Su relación es tan estrecha, que no tienen ningún problema para convivir hoy en día. Tanto el arte como la moda transmiten un mensaje que puede influir en las costumbre sociales y la cultura. Pero, mientras el arte y sus obras, por lo general, mantienen su valor a lo largo de los siglos, la moda es efímera, ya que se renueva constantemente.
Y una evidencia de esta realimentación y sinergia constante es que hoy podemos ver desde faldas, camisas y vestidos enteros, que reproducen obras de arte de diferentes movimientos artísticos y artistas importantes, que se pueden adquirir en las propias tiendas de los principales museos e, incluso, en firmas especializadas en este tipo de prendas. A veces la moda imita al arte, y en otras el arte a la moda.
Y el arte llega incluso a nuestras piernas. Un ejemplo es Oh! Tights, que nace de la unión entre una joven diseñadora y un experimentado estampador textil. Oh tights es una experiencia única y diferente que que viste tus piernas con panties de diseños originales y exclusivos, a la vez que crea una oportunidad para artistas emergentes.
Ya podemos ser el lienzo perfecto para transportar el arte a las calles, utilizando la prenda que más nos guste.
Pero esta unión entre arte y moda cuenta con momentos clave a lo largo de la historia. Porque el arte alcanza, siempre, al resto de las facetas de nuestra vida.
Cuando el arte está dentro de ti, está en todas partes.
sonia Delauny.
El siglo XIX, facilitó que la moda comenzara a sentirse como algo más que el simple uso de vestirse. Gracias al progreso de la sociedad, la moda empezó a apreciarse. Representaba el status social y comenzó a asociarse a la cultura y el arte.
Emilie Flöge se inició en la costura en 1895 con su hermana mayor, Pauline, con la que abrió una escuela. Se convirtió en diseñadora de modas y fue a partir de 1904 cuando comenzó a tener éxito, abriendo su propio salón de moda. Emilie Flöge fue pareja del pintor Gustav Klimt y ambos unieron las dos disciplinas. Crearon túnicas para hombres y mujeres que se inspiraban en los principios del modernismo vienes.

Las obras de Klimt mostraban mujeres llenas de feminidad y sensualidad, vestidas con ropajes llenos de ornamentos con arabescos y flores. Colaboró con las hermanas Flogue, creando diseños inspirados en túnicas africanas y kimonos. Los diseños de ambos pertenecían al movimiento vienes llamado “Reformkleidung”. Este movimiento textil veía el vestuario como un elemento de manifestación política que debía facilitar la liberación, física y simbólica, de las presiones a las que era sometida la mujer. Eliminaba piezas restrictivas como el corsé, queriendo dar a la mujer libertad e independencia, tanto económica como política.
Durante la época del Art Déco (1920-1939) la moda influyó en el arte y viceversa. La ropa de los años 1920 tenía el mismo espíritu que la época. Era una época de exuberancia y euforia tras la guerra ten la que triunfó el exotismo. El orientalismo, los ballets rusos, flores chinas y japonesas adornaban los textiles y la producción artística del momento. Pintores como George Barbier, Etienne Drian o Armand Valle, elaboraron ilustraciones de moda que fueron obras de arte.

Rugby Mujer conversando con dos jugadores de rugby, vestida con un traje John de Redfern. Ilustración del artista George Barbier.
Artistas de la talla de Picasso o Dalí colaboraban de forma puntual con el ballet o con el teatro, diseñando el vestuario y hasta los telones de fondo de una obra. Diseñadores como Coco Chanel a quien le apasionaba el arte y lo coleccionaba, se inspiró en él a la hora de diseñar para el Ballet ruso. Pero, todavía, se trataba de un círculo muy selecto y de colaboraciones, donde la frontera entre el arte y la moda estaba clara y delimitada.
La diseñadora Elsa Schiaparelli fue una de las primeras en unir ambas disciplinas de forma expresa. Schiaparelli (1890 – 1973) fue una diseñadora de moda italiana, que destacó especialmente en los años 1930 y 1940. Cuando se muda París se hace amiga de los dadaístas y recorre los mercadillos para encontrar objetos que después vende a los anticuarios.
Sus modelos eran atrevidos y sorprendentes para el canon de la época. Se inspiró en el movimiento surrealista del arte y trató con artistas como Jean Cocteau y especialmente, Salvador Dalí, con quien colaboró en varios proyectos y cuya iconografía onírica adaptó a sus modelos.
De esta manera, creó el vestido langosta, el vestido lágrimas y el sombrero zapato junto al artista surrealista Salvador Dalí. El pintor, a su vez, también diseñó portadas para la revista Vogue y colaboró con otros diseñadores como Christian Dior.
Dior vestiría a siempre a Gala, por orden expresa del pintor.
Elsa Schiaparelli, que, por cierto, no sabia coser, fue la única en crear un lazo permanente entre la moda y el arte. Dior siempre la acusaba de diseñar para los pintores y los poetas.

Uno de los diseñadores que más colaboraciones ha realizado con el mundo del arte es Yves Saint Laurent. Para el diseñador, el arte era algo inspiracional. El diseñador colabora con artistas entre los que encontramos a Picasso y Wesselman.

Pero la colaboración y el tandem mas famoso fue entre Saint Laurent y Piet Mondrian, el pintor holandés. El diseñador se baso, para hacer su famoso vestido Mondrian, en la composición, de este ultimo, “Composición II, composición con azul y rojo”.

Siempre se ha considerado a Saint Laurent como un verdadero visionario a la hora de mezclar arte y moda. Pero, hacia 1910, la artista francesa nacida en Ucrania, Sonia Delaunay fue una verdadera precursora. Sonia Delaunay pasó de la pintura, al interiorismo y de éste a la moda. Fusionaba las disciplinas en cualquier orden.
Nacida en el seno de una modesta familia judía, Delaunay comenzó su formación artística en 1904 en Alemania. Cuando viajó a París se casó con un marcharte de arte y gracias a él conoció a artistas de vanguardia como Picasso, Braque y el propio Robert Delaunay. Se casaría con este último tras su divorcio. A partir de entonces, el intercambio artístico entre ambos sería constante.
Fue una de las mujeres más revolucionarias y vanguardistas de la Historia del arte. Se convirtió en una artista multidisciplinar. Constantemente probaba técnicas y soportes nuevos para expresar su arte.
Concretamente, lo que la llevó a cambiar al rumbo de la moda fue que, en 1910 realizó una manta para su bebe utilizando una técnica similar al patchwork actual.

Posteriormente, otros diseñadores se unieron a la nueva ola de sumar arte y moda. El tandem Van Gogh y Rodarte dio lugar al vestido estampado de “La noche estrellada”. Andy Warhol y Versace le darían un toque pop art con una prenda inspirada en los retratos de Marilyn Monroe firmados por Versace.
Las colaboraciones más recientes son Lichtestien y Converse, que reinventaron la tendencia pop art e inspiraron la creación de la edición especial de una zapatillas Converse.

Los puntos de Yayoi Kusama han llegado hasta la moda en la colección de la marca de lujo francesa Louis Vuitton en bolsos, lentes para sol, zapatos y abrigos.
Los puntos comenzaron a ser los grandes protagonistas de esta artista hace más de 50 años. Pero sus lunares están de moda ahora. Sin embargo cuando Kusama llego a Nueva York en 1958, pasó años de pobreza por ser fiel a sus puntos. Yayoi Kusama ponía puntos encima del cuerpo de la gente, en papel, en lienzos e incluso, en la década de 1960, encima de un caballo en una performance en contra de la guerra.
El estampado de puntos es para la artista japonesa la inspiración de su vida. Su obsesión y su pasión.

Testigo actual de la unión entre arte y moda y como ambas disciplinas se realimentan es, como no podía ser de otra manera, que el arte ha llegado también a las mascarillas.
Las mascarillas se han vuelto un accesorio imprescindible en nuestras vidas. Las hemos visto de todos los colores y estampados, pero ahora los museos y las tiendas especializadas nos sorprenden con modelos inspirados en sus obras de arte. Delaunay, Rothko, Mondrian o Renoir son algunos de los artistas elegidos para “tapar nuestra boca”😉
“Por supuesto, la moda es arte. La relación entre estos universos es muy estrecha. Ambos son medios de expresión de gran potencia, que crean objetos no solo bellos, sino también capaces de emocionar. De hecho, la industria de la confección se sitúa en el centro de la creatividad y es el mejor espejo de la sociedad y su cultura”.
Giorgio armani
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