Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.
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Las bailarinas de Edgar Degas. La danza es arte en movimiento.

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La danza es una de las artes que una persona manifiesta de forma instintiva y que convierte al cuerpo en el elemento principal del acto creador. La danza es arte en movimiento, compromiso, energía, liberación y emoción. Concluyendo, la danza es sublime, como toda manifestación artística. Hoy se celebra el Día Internacional de la Danza. Vamos a dedicar nuestro artículo de hoy a las bailarinas de Edgar Degas, un artista obsesionado en plasmar el movimiento en sus lienzos.

Danzar es sentir, sentir es sufrir, sufrir es amar; Usted ama, sufre y siente. ¡Usted danza!

Isadora Duncan

Edgar Degas (1834-1917), nació en el seno de una familia burguesa, amantes de la música. Disfrutó con facilidad de las actividades culturales del  París de la Belle Époque. Desde muy pronto empezó a interesarse por el mundo del ballet y la opera.

Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.
Clase de danza. Degas 1871.

La influencia de las nuevas tecnologías del siglo XIX, el cine y la fotografía, le influyeron mucho en esa obsesión que tenía por el movimiento y que terminaron reflejándose en su cuadros de bailarinas, con composiciones particulares y con originales ángulos y diagonales. No solo fue un pionero en mostrar uno de los aspectos de la vida moderna parisina, si no que la modernidad se introdujo en la ejecución de sus obras.

Esta peculiar relación de Edgar Degas con la danza fue tal, que, a su muerte, dejo unos 1500 cuadros que representaban bailarinas.

El ballet de la segunda mitad del siglo XIX no era exactamente tal y como lo conocemos ahora. Los hombres acomodados eran los que acudían a ver los espectáculos, mas interesados en ver la desnudez de brazos y piernas de las bailarinas, que de la danza en si. Las bailarinas procedían de las clases mas humildes e ingresaban en los cuadros de baile de la Opera de niñas, como una forma de subsistir.

Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.
En el café concierto. La canción del Perro. 1875. Degas

Pero empecemos desde el principio.

Degas comenzó a pintar a una edad temprana. A los 18 años instaló un pequeño estudio de arte en su casa.

Fue copista de arte en el Museo de Louvre, lo que le facilitó un gran conocimiento de los grandes pintores de la historia. Admiraba en especial a Jean Auguste Dominique Ingres y Eugène Delacroix.

“Lo que quiero hacer es el resultado de la reflexión y el estudio de los grandes maestros; de inspiración, espontaneidad, el temperamento.”

degas

En 1855, conoce a Jean Auguste Dominique Ingres, de quien era gran admirador, le dio un consejo que nunca olvidó: 

“Dibuje líneas y más líneas, joven, tomadas de la realidad y de la memoria, así se convertirá en un buen artista”.

Ese mismo año, Degas es admitido en la Escuela de Bellas Artes, donde comienza a estudiar dibujo bajo la tutela de Lous Lamothe e inspirado totalmente por el estilo de Ingres.

En 1856 viaja a Italia, donde pasará tres años. Comienza su primera obra, “La familia Bellelli” a la par que realiza copias de obras renacentistas de Miguel Angel, Rafael o Tiziano.

La familia Bellelli de Degas.

En 1859 regresa a París, donde residirá de forma definitiva y donde se dedicó a representar en sus obras un gran repertorio de temas de la vida de la ciudad moderna en que se había convertido la capital francesa. 

Ha sido considerado uno de los fundadores del Impresionismo junto con Monet, Pissarro, Renoir, Sisley y Cézanne entre otros. Llegó a exponer con dicho grupo en siete de sus exposiciones.

Pero él se veía como un pintor realista o naturalista. Veneraba a Ingres y su dibujo acabado. Degas ha sido uno de los grandes dibujantes de la historia por la magistral captación de las sensaciones de vida y movimiento.

Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.
Edgar Degas. La Espera 1880.

El estilo de Degas refleja el respeto que sentía hacia los maestros clásicos y se desmarca de los impresionistas más ortodoxos en varios aspectos, fundamentalmente en su afán por capturar el movimiento.

Se centró principalmente en el estudio del cuerpo humano y nunca estuvo interesado, como lo estuvieron los impresionistas, ni en la pintura de paisaje al aire libre, ni en captar las condiciones atmosféricas cambiantes. quedaba claro que era el menos impresionista de los impresionistas.

Técnicamente, nunca adoptó la técnica de mancha y color de los impresionistas. Sus lienzos eran el resultado de horas y horas ante el lienzo. Le costaba dar por acabado un cuadro.

“El aburrimiento pronto me supera cuando estoy contemplando la naturaleza.”

Una anécdota de la época comentaba que un cliente, una noche en que le invitó a cenar, encadenó una de sus telas a la pared para que no la descolgara y se la llevara de nuevo a su estudio.

Ningún arte fue nunca menos espontáneo que el mío. Lo que hago es el resultado del estudio de grandes maestros; de inspiración, espontaneidad o temperamento, yo no sé nada.

Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.
Músicos en la orquesta. 1872 Edgar Degas


Sin embargo, compartía con ellos, gustos por la nueva técnica de la fotografía y los grabados japoneses. También compartió el interés que mostraban los impresionistas por la vida urbana, la realidad de las calles, la opera, el teatro, el café concierto o espectáculos como las carreras de caballos.

Ahora bien, el artista aportó una original forma compositiva e iconográfica que otorgó a su pintura una nueva visión del mundo más profana. Eliminó el encuadre tradicional utilizando una composición descentrada, dominada por los nuevos fundamentos de la instantaneidad. 

En varias obras de sus inicios, como la Hija de Jephthah y Los jóvenes espartanos ya mostraba un tratamiento anticonvencional de las figuras.

A finales de 1860, Degas abandona la temática histórica en sus pinturas. Le atrae más la observación de la vida contemporánea: las escenas de carreras de caballos le permitieron estudiar el movimiento de caballos y jinetes.

También comenzó a pintar mujeres trabajando como modistas o lavanderas. “Mlle. Fiocre en el Ballet La Souce”. Esta fue su primera gran obra sobre un tema que le identificó a partir de ese momento de forma particular: las bailarinas de Edgar Degas

Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.

“Mlle. Fiocre en el Ballet La Souce”. Degas.

El interés que Degas sintió por el retrato, le permitió estudiar el comportamiento de las personas y la manera en que éstas revelan parte de su estatus a través de su fisionomía, postura, prendas y otros atributos.

Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.
“Mary_Cassat”Degas.

 
Degas, junto a Tiziano y Picasso, fue uno de los grandes experimentadores de la historia del arte. Tras la muerte de Manet en 1883, se convirtió en el líder intelectual del arte de fines del XIX

Degas participó en la primera exposición impresionista (1874) con una de sus obras maestras: La clase de danza.

Las bailarinas de Edgar Degas. La danza en arte en movimiento.
La clase de danza. 1874. Degas

En la pinturas de las lavanderas y las bailarinas de Edgar Degas refleja las ocupaciones de ambas, no sólo por su atuendo, sino por su estructura física: sus bailarinas exhiben un físico atlético y grácil, mientras que las lavanderas poseen un cuerpo pesado y sólido.

Las variaciones sobre un mismo tema, como las bailarinas, que repitió tanto en pintura como en escultura, son una muestra de esa obsesión por observar y reproducir el ritmo y las posturas de personas y animales.

Las bailarinas de Edgar Degas fueron muy famosas entre el público. Pero Degas y su éxito quedaban en un segundo plano debido al oscuro carácter que tenía el pintor. Tenía algo de obsesivo, que le llevaba a plasmar los mismos temas una y otra vez y a repetir un dibujo hasta la saciedad.

Jamas se casó y se supo de una relación amorosa. Manet decía que era “incapaz de amar a una mujer o incluso de abordarla”. Pero, no paraba de pintar mujeres y Van Gogh esgrimió su propia teoría al respecto.

“Sabe muy bien que si le gustaran las mujeres y se acostara con ellas sería incapaz de pintarlas. Observa a los animales humanos y los pinta tan bien por la sencilla razón de que no siente demasiado apego por ellos”.

Van Gogh

Y en parte tenía razón, porque Degas llegó a confesar que “había considerado a las mujeres demasiado a menudo como animales”admitiendo que las bailarinas eran simples cuerpos que le permitían experimentar con su forma de composición.

Se dedicó casi exclusivamente al estudio del cuerpo humano y a captar el movimiento. En sus pinturas de bailarinas intenta atrapar las posturas de las mismas en posiciones naturales como si de fotografías se tratara. Pero sus obras van mas allá de una pura y fría composición. Sus bailarinas sudan, se cansan, miran, ríen, aparecen distraídas….Están vivas, en conclusión.

La serie de las Bailarinas de Edgar Degas es la obra más conocida y amplia del autor.


Degas fue una persona poco amiga del dinero. No tuvo muchos amigos. Esta situación empeoró con el paso del tiempo, por su ceguera. Su aislamiento social creció.
A partir de 1870, las obras de bailarinas aumentaron porque se vendían bien y le permitían pagar las facturas.

Pero a Degas no le gustaba comerciar con su arte y las deudas llegaron y fueron aumentando hasta tal punto, que fue desahuciado de la casa en la que vivía.

Sus últimos años de vida los pasó solo, ciego  y sin rumbo alguno por las calles de París. En 1917 murió sin más descendiente que las obras que cuelgan de las paredes de gran cantidad de museos y galerías.

“El arte es vicio. No te casas con él legítimamente, lo raptas.”

degas

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