Gerda Wegener. La artista danesa que retrató a las mujeres.

Gerda Wegener (1885-1940) fue una pintora e ilustradora del principio del S.XX. Su vida está íntimamente interconectada con su trabajo. Ambas facetas fueron apasionantes e increíbles para la época e imposible de separar. La principal musa de su trabajo fue su marido, Einar, mas conocido como Lili Elbe, ya que fue una de las primeras personas en someterse a una operación de cambio de sexo hace más de ochenta años. Seguramente os acordéis de la película «La chica Danesa» que reflejó con gran maestría la vida del matrimonio.

Gerda Wegener nació el 15 de marzo de 1886 en Dinamarca. Su nombre real era Gerda Gottlieb (1885-1940). Adquirió el apellido con el que es más conocida cuando contrajo matrimonio con su marido. Gerda fue uno de los máximos exponentes del art decó danés, junto a la polaca Tamara de Lempicka, pero su condición de mujer, su sexualidad y su complejo matrimonio hicieron que no alcanzara en Dinamarca, como artista, la importancia que si consiguió en París.

Vivió su infancia dentro de una familia muy conservadora. Era hija única y su padre vicario en la iglesia católica. Para ella el arte, en el que destacó desde su juventud, representó una vía de escape.

A los 17 años se trasladó a Copenhague para inscribirse en la Real Academia de Bellas Artes, donde conoció al también artista Einar Wegener. Se casaron en 1904 con 18 y 22 años respectivamente.

En 1907 tras graduarse en la academia, Gerda Wegener, se vio envuelta en una disputa cuando su obra «Retrato de Ellen Von Khol» fue rechazada en la exposición organizada por el diario danés Politiken. La obra se convirtió en el centro de las discusiones entre los defensores del realismo y naturalismo y los defensores del simbolismo. Este suceso hizo que la crítica y el público se fijara más en su obra y al año siguiente ganó el concurso organizado por el mismo diario.

En 1912, el matrimonio de artistas se trasladó a vivir a París, después de viajar por Italia y Francia durante unos años. Gerda comenzó a trabajar como ilustradora para varias revistas de moda, como Vogue, La Vie Parisienne, Fantasio, Rire o La Baïonnette. Se convirtió rápidamente en una de las mejores ilustradoras de moda de la época.

Siguió pintando centrándose en la realización de retratos. Al mismo tiempo se convirtió en ilustradora y pintora de varias publicaciones de tipo erótico. Fue en la capital de Francia donde desarrolló su carrera artística de forma mas satisfactoria, a la vez que su marido Einar se centraba más como pintor paisajista.

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Gerda trabajó desde el humor y la sátira. Por eso su estilo tuvo mas éxito en Francia. Su estilo de vida no gustaba en su país de origen, Dinamarca. Fue en París donde el matrimonio decidió desarrollarse libremente como personas diferentes, debido a una actitud de laissez-faire que existía en el París de la época y que atrajo a mucha gente que se dedicaba al arte y que buscaba vidas más abiertas. 

El desarrollo de la moda francesa, entre 1920 y 1940, permitió que las mujeres adquiriesen gran protagonismo. Las principales casas de costura estaban dirigidas por mujeres: Jean Lanvin , Madeleine Vionnet y la propia Coco Chanel. El auge de las revistas de moda fue el reflejo del crecimiento de esta industria.

Gerda Wegener fue reconocida por sus contemporáneos. Expuso en la galería Ole Haslunds de Copenhague, un espacio exclusivo para grandes artistas.

Su trabajo se fue enriqueciendo, no solo ilustrando publicaciones de moda, sino también importantes obras de la literatura francesa, Libros de La Fontaine y de Théophile Gautier, llevan sus ilustraciones.

Uno de sus trabajos más polémicos fue una serie de miniaturas eróticas para Douze sonnettes lascifs, poemario de Louis Pearceau con contenido lésbico y erótico muy explicito. Este trabajo la convirtió en una de las ilustradoras eróticas más reconocidas de todos los tiempos.

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Una de las modelos preferidas de Gerda para sus retratos, era una joven de pelo corto, ojos almendrados y ropa elegante. La modelo no era otra que su propio marido, Einar. Hubo un día en el que la modelo que posaba para Gerda, no puedo acudir a la sesión. Para proseguir con el trabajo, Gerda le sugirió a su marido vestirse de mujer Al principio se resistió, pero termino cediendo ante los ruegos de su esposa.

“No puedo negar, por extraño que parezca, que disfruté vistiendo ese disfraz. Me gustó el tacto de esas suaves telas”, escribiría años más tarde Lili Elbe. “Desde el primer momento me sentí como en casa dentro de ese atuendo»contaría en su libro de memorias «Man into Woman»

Einar se sintió cómodo con el cambio y este suceso marcó el inicio de su transición a la mujer que sería después, Lili Elbe. A partir de este momento, Einar vistió, habitualmente de mujer. El secreto de la pareja era conocido en su tierra natal, pero solo pudieron vivir abiertamente cuando se trasladaron a París. Gerda Wegener acompañaba a Lili/Einar a bailes y eventos sociales donde se hacía pasar por su hermana, mientras que coqueteaban con oficiales que nada sospechaban sobre su verdadera condición. En palabras de Einar, Gerda se convirtió en su mayor defensora durante sus 15 años de matrimonio.

Fue en los retratos que Gerda Wegener hizo de su pareja transexual, que Lili Elber encontró su identidad femenina posando como modelo para su esposa.

EL arte de Wegener recoge influencias del romanticismo, el cubismo y sobre todo el Art decó, tan de moda en toda expresión artística del momento. Su trayectoria artística se caracterizó por la evolución del retrato femenino. Toda su obra experimentó y evolucionó alrededor de la imagen y apariencia de la mujer.

Sus obras fueron consideradas enormemente sugerentes y su pintura pasó con rapidez a formar parte de la galería del París de entreguerras, teniendo un lugar distinguido entre los artistas del momento.

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En la década de los años treinta la vida de la artista sufrió varios percances. Tras el cambio de sexo de su marido, su matrimonio siguió funcionando. Gerda lo apoyó hasta el final. En el año 1930 el rey de Dinamarca confirmó la nulidad de la unión, ya que el matrimonio entre dos mujeres era ilegal. Al año siguiente, 1931, Einar moriría tras las complicaciones de las operaciones del cambio de sexo.

Gerda quedó devastada tras la muerte de su marido. Rehízo su vida casándose con Fernando Porta trasladándose a vivir a Marruecos. Regresó a Dinamarca en 1938.

Expuso por última vez en 1939, pero su arte había pasado de moda, popularidad y de la innovación necesaria. Completamente sola, comenzó a beber en exceso y a vivir de postales que pintaba a mano.

Gerda murió en 1940, en condiciones precarias y tras asistir al ocaso de su éxito como artista.

Dinamarca tardó en reconocer su trabajo y lugar en la historia de la pintura contemporánea. Francia, sin embargo, le rindió un amplio homenaje. Su papel de artista fue redescubierto, recientemente, por el resto del mundo a raíz de la película sobre la figura de su marido. Gerda Wegener puede ser considerada un referente para la historia del arte, la historia de las mujeres y la historia del lesbianismo.

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