
Expresionismo como exponente de las Vanguardias.
El expresionismo fue un movimiento cultural que surgió en Alemania a principios del siglo XX. No solo se plasmó en el arte. Fue un movimiento global que afectó al resto de las manifestaciones culturales, desde la literatura y la música, hasta el cine, el teatro, la danza y la fotografía. En la pintura es donde primero surge y coincide, en el tiempo, con la aparición de Fauvismo en Francia. Por ello, hay unanimidad en pensar que ambos movimientos forman el germen de las Vanguardias históricas.
El paso del S.XIX al XX conlleva muchos cambios políticos, sociales y, por supuesto, culturales. Los avances técnicos, la aparición de la fotografía y el cine hicieron que el artista se plantease que su labor, ya no era imitar la realidad a través de sus obras, ya que había nuevas técnicas que lo hacían mejor. Las nuevas teorías científicas de Einstein, Freud provocaron que los artistas se plantearan la nueva realidad.
El descenso del analfabetismo y el desarrollo de los medios de comunicación confirmó un aumento del interés en los eventos culturales. La difusión y mercantilización de reproducciones impresas y pinturas únicas llevó a un auge de las galerías de arte y de los museos.
Los artistas comienzan a buscar nuevas formas de expresión que dan lugar a nuevos lenguajes y movimientos artísticos que integran el arte con la nueva sociedad. Los artistas quieren expresar, a través de su obra, el inconsciente de la nueva sociedad y provocar que el espectador se involucre en la obra. Se posicionan al frente del progreso social y quieren expresar mediante su obra la evolución del ser humano contemporáneo.

El expresionismo fue un movimiento heterogéneo y una forma de entender el arte que unió a artistas de tendencias muy diversas, así como de diferente formación y nivel intelectual. Forma parte de las vanguardias históricas que se produjeron en los primeros años del SXX hasta la Segunda Guerra Mundial en 1945 y está ligado al concepto de modernidad.
El pintor francés Julien-Auguste Hervé utilizó el término expresionismo por primera vez y lo hizo para denominar una serie de cuadros presentados en el Salón de los Independientes de París en 1901, en contraposición al Impresionismo.

El término Expresionismo surge como una reacción al movimiento artístico Impresionista. Estos últimos plasmaron, en su obra, una impresión del mundo que les rodeaba y que surgía de sus sentidos. Los Expresionistas pretendían plasmar una expresión de sus sentimientos.
Esta nueva forma de entender el arte lleva al expresionismo a captar la existencia inmutable y eterna que subyace bajo la realidad aparente. Así, el expresionismo, fue el punto de partida para que los artistas utilizaran el arte como una forma de reflejar sus sentimientos y su estado anímico, propenso por lo general a la melancolía, a la evocación.
Los expresionistas emplearon la línea y el color de un modo temperamental, emotivo y con un fuerte contenido simbólico. Esta reacción frente al impresionismo supuso una fuerte ruptura con el arte elaborado por la generación precedente, convirtiendo al expresionismo en un sinónimo del arte moderno durante los primeros años del siglo xx.

En la base del Expresionismo hay un factor fundamental. Este fue el rechazo al positivismo, al progreso científico y a la creencia de que el ser humano tenía posibilidades ilimitadas basadas en la ciencia y la técnica. Se produjo un nuevo clima de pesimismo, escepticismo, crítica y pérdida de valores. Había una sospecha de crisis sobre el desarrollo humano que se vio confirmado por el estallido de la Primera Guerra Mundial.
Los artistas expresionistas recibieron numerosas influencias de periodos anteriores. En primer lugar la del gótico alemán, en el contexto del arte medieval. El arte primitivo fue otro de sus grandes referentes.

Hay de destacar la importancia que dos artistas tuvieron para el movimiento Expresionista y que son considerados como precedentes inmediatos. Por un lado Edvar Munch, el pintor noruego que estuvo influido por el Impresionismo y el Simbolismo, en un primer momento, pero que finalmente, desarrolló un estilo muy personal reflejo de su interior obsesivo. Por otro lado la figura del pintor belga James Ensor que, previamente había recogido la tradición de Brueghel y pasó a desarrollar un estilo basado en escenas populares de carácter absurdo y burlesco.

Pero la mayor inspiración vino del Postimpresionismo, especialmente de la obra de tres artistas, entre los que están Paul Cézanne, Paul Gaugin y Van Gogh.
De Cézanne recogieron el proceso de desfragmentación de la realidad en formas geométricas. De Gaugin, los colores planos y arbitrarios y de Van Gogh la fuerza compositiva y anímica que no imitaba la realidad sino que provenía de su interior
La pintura se desarrolló principalmente en torno a dos grupos artísticos: Die Brücke, fundado en Dresde en 1905 con Émile Node, y Der Blaue Reiter, fundado en Múnich en 1911con August Macke, Franz Marc, Paul Klee y el ruso Wassily Kandinsky. En el movimiento de la Secesión Vienesa destaca Egon Shiele.

El expresionismo destacó por la gran cantidad de agrupaciones artísticas que surgieron en su seno, así como por la multitud de exposiciones celebradas en todo el territorio alemán entre los años 1910 y 1920.
Con la llegada del nazismo, el expresionismo fue considerado como “arte degenerado, termino que el régimen nazi atribuyó para describir el arte moderno y denigrarlo y prohibirlo en favor del llamado “arte heroico“. Además lo acusaban de relacionarse con el comunismo, tachándolo de inmoral y subversivo
En 1937 se organizó una exposición en el Hofgarten de Múnich con el título precisamente de Arte degenerado, con el objetivo de denostarlo. La idea de esta muestra era burlarse del arte moderno y procurar convencer a los visitantes de que esta tendencia del arte era una conspiración contra los alemanes.

El régimen nazi confiscó unas 16.500 obras de diversos museos, no solo de artistas alemanes, sino de extranjeros como Gauguin, Van Gogh, Munch, Matisse, Picasso, Braque y Chagall entre otros. La mayoría de esas obras fueron vendidas a galeristas y marchantes, tras la exposición. Pero unas 5000 fueron directamente destruidas en marzo de 1939.

Tras la Segunda Guerra Mundial el expresionismo desapareció como estilo, pero marcando una poderosa influencia en muchas corrientes artísticas de la segunda mitad de siglo, como el expresionismo abstracto estadounidense de Jackson Pollock y Mark Rothko; el informalismo de Jean Fautrier y Jean Dubuffet. El grupo CoBrA con Asger Jorn y el neoexpresionismo alemán fueron herederos de esta corriente.
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