
Ropa y Arte, que influye a que y más.
El término ropa, vestimenta o indumentaria es la denominación que reciben las prendas y accesorios confeccionados a partir de tejidos textiles y animales que las personas usan para abrigar, cubrir, adornar, proteger y, en general, vestir el cuerpo.
Para el escritor James Laver hay tres motivos universales para vestirse y, normalmente, definen la moda. El primero es la utilidad, es decir, abrigarse y protegerse. También está la jerarquía, un motivo en el vestir que demuestra posición social, económica o ingenio. Y, finalmente, la seducción, motivo dirigido a destacar el atractivo físico de la persona.
Según Laver estos tres motivos se han mezclado en diversa proporción a lo largo de la historia generando las diversas formas del vestir. ( Breve historia del traje y la moda. James Laver)

A lo largo de la historia, el diseño de la ropa femenina ha seguido el motivo de la seducción mientras que la del hombre el motivo de la jerarquía social y económica, hasta llegar al nuevo milenio que nos ha traído un enfoque más liberal en tendencias, respetuoso con el medio ambiente y sostenible. Un modelo que valora la diversidad, la reutilización y el uso responsable de la misma. No es complicado, hoy, encontrar tiendas de segunda mano y ropa barata, accesible a todo el mundo. Puedes ver ropa de calidad, con mucho arte y barata en esta web
También son notables las conexiones que existen entre la ropa y otras manifestaciones artísticas, como entre la moda, la arquitectura y la pintura.
Así, en la Edad Media, cuando se puso de moda el arco apuntado, también llamado ojival, era habitual ver zapatos masculinos de puntera muy prolongada. Y lo mismo sucedía con los Hennin o tocados femeninos en forma de cono, usados desde finales de la baja edad media por las mujeres europeas de la nobleza y desde el siglo XV también por la alta burguesía.
La altura de dicho tocado dependía de la clase social y el de las reinas y princesas podía alcanzar el metro de altura e incluso ser doble.

La entrada de los pueblos germánicos en el Imperio romano transformó la vestimenta. Los jefes militares vestían a la romana.
Las Cruzadas fueron importantes por su influencia en la forma de vestir occidental, porque permitieron el contacto con las civilizaciones del mundo islámico, en el que existía una tradición artesanal mayor. De sus conquistas no solo trajeron los bellos tejidos, si no también la forma de coserlos.
El Renacimiento supuso un florecimiento cultural inmenso. La industria textil estaba fuertemente ligada a la burguesía, por lo que, desde ese momento, existió una moda exclusiva para las clases medias. Un complemento tan simple, de ropa, como un pañuelo fue el objeto que delimitó las clases sociales de la época. El único sector que podía usarlo por ley era la nobleza.

La moda empezó a adquirir mayor importancia, y llegó a ser una preocupación de la adinerada burguesía. La ropa empezó a considerarse una inversión, por lo que se dedicó tiempo a su mantenimiento y reparación.
El uso de camisa, jubón y justillo, por parte de los hombres, y el uso de vestidos o faldas, por parte de las mujeres, se volvió una constante hasta el siglo XVII.
La moda se inició en esta época, ya que la ropa perdió su carácter universal y cada nación quiso diferenciarse del resto. Países como Francia, Italia, España e Inglaterra impusieron su influencia a través de detalles únicos y diferentes.
Durante la Edad Moderna, la ropa tuvo un papel destacado, porque demostraba la posición social de la persona. Como las prendas eran caras, tener muchas era síntoma de buena posición social e incluso se incluían en los inventarios post mortem del fallecido, a modo de documento notarial que recogía todas las posesiones. Hoy en día, estos documentos, son importantes fuentes históricas para conocer la vida cotidiana de entonces.
La llegada de los reyes Borbones a España cambia la sociedad y la forma de vestir. En los primeros años del siglo XVIII los nobles podían vestir a la española o a la francesa.
El vestido a la española era con tejidos de seda negra. La influencia del uniforme de la guardia de Mariana de Austria, durante la regencia del reinado de Carlos II, extiende entre los hombres el uso de amplios sombreros y capas largas que permiten embozarse, pero también mantenerse en el anonimato u ocultar armas.

A imitación del modelo proteccionista francés se crean las reales fábricas, que proveen de artículos de lujo a la corona y producen bienes de consumo general, en un país con una muy incipiente industria basada en el textil.

La llegada de Felipe V impone la moda a la francesa considerada como la primera moda internacional. La riqueza ornamental de los tejidos se manifiesta en la ropa de hombres y mujeres, así como en las prendas litúrgicas.
La silueta femenina toma forma con cotillas que ajustan el busto y ahuecadores de cadera. Las casacas de hombre marcan la cadera y se abren para descubrir la chupa, que concentra la decoración en los delanteros.

En la segunda mitad del SXVIII, los habitantes de los barrios bajo de Madrid, los majos y majas, empiezan a vestir de una manera diferente a la manera francesa. Se trata de indumentaria popular castiza que reivindica lo español. Se trataba de piezas coloridas y vistosas.
Los hombres llevaban una redecilla sujetando su pelo y grandes patillas con un pañuelo anudado a la garganta, chaquetillas cortas y chalecos. Las mujeres también usaban una cofia sobre el pelo.

Goya pintó varios cartones y tapices de este estilo por encargo de los Príncipes de Asturias que eran muy aficionados a las escenas populares.
La Revolución Francesa, durante el último tercio del SXVIII, afectó profundamente a las ideas tradicionales y produjo cambios que afectaron a todos los aspectos de la vida. Fue el inicio de una democracia moderna y el conflicto se extendió por otros países.
La Revolución se hizo eco, de inmediato, en España, donde se acentúa la reacción contra las reformas ilustradas iniciadas por los Borbones, que acumulan detractores entre la nobleza y el clero. La nobleza alaba los gustos del pueblo llano, que, a nivel de indumentaria, se entremezclan con los estilos internacionales, dictados por Francia e Inglaterra. La vestimenta también refleja el viraje hacia la libertad
Hacia 1800, la corte y la alta burguesía continúan emulando la moda de la élite francesa, ahora de influjo neoclásico.
En el estilo neoclásico, las mujeres vestían como las estatuas clásicas. Los hombres siguieron el estilo inglés. En ese tiempo la arquitectura favorecía la columna neoclásica reinterpretada en los vestidos rectos y estrechos, de colores claros y cintura altísima.

A principios del siglo XIX en el nuevo régimen la burguesía se alza como clase dominante. La ropa en el hombre es discreta, mientras que la mujer es la gran protagonista del sector. Vestidos ampulosos que se cambian en cada evento social.
La moda se difunde porque se crean patrones de los modelos más interesantes y reclamados. Se marca la diferencia al vestir, debido a los avances tecnológicos y cierta mecanización en los procesos de trabajo y aparición de nuevos tejidos.

A finales del SXIX se producen muchos cambios en la política, la economía y la sociedad. En este momento de la historia, las ciudades tienen mucha actividad y los transportes son muy importantes. En lugar del miriñaque se pone de moda el polisón, que era un armazón más pequeño que abultaba la zona de los riñones.
El miriñaque y el polisón se llevaban con corsé. Un corsé es una prenda interior que sirve para estrechar
la cintura y era muy incómodo y malo para la salud. En esta época aparecen las primeras casas de moda.
Además, avanza mucho la química y aparecen los tintes no naturales, llamados anilinas, con nuevos colores para las telas como fucsia, violeta, morado y otros.

Según avanza el SXX, la ropa de las mujeres se hace cada vez más ligera y los trajes se ajustan a la figura del cuerpo de la mujer. Desaparecen los corsés y los rellenos interiores. Son momentos convulsos de grandes cambios a nivel global, en parte, por la incorporación de la mujer al mundo laboral. Los viajes y el deporte también están mas de moda y se hace normal la creación de líneas de ropa para estas actividades.
La figura del artista Mariano Fortuny fue importante en el mundo de la moda. El artista creía que la ropa tenía que respetar la figura del cuerpo de la mujer y diseñó un vestido que le hizo muy famoso entre el sector. Se llamó delphos, era de tendencia clásica y no ocultaba ni cambiaba la figura femenina.

Entre las dos guerras mundiales se produjeron grandes cambios en la moda y la ropa. Por un lado, cada vez son más las mujeres que se incorporan al mercado de trabajo, y por otro lado, se producen los movimientos de las vanguardias artísticas, que inventan e imaginan nuevas formas de expresar el arte y que también influirán en la moda.

Las mujeres comenzarán a vestir trajes de chaqueta, a lo garconne, con líneas rectas y vestidos que enseñan las piernas.

En 1929, al producirse el Crak americano, y con la consiguiente crisis economía la moda se vuelve mas conservadora.
Laver observa que después de un cambio social importante, como una guerra o una revolución, el atuendo femenino suele pasar por un momento de sencillez como ese .Con esos datos, Laver predijo que al finalizar la Segunda Guerra Mundial se volvería a repetir el esquema y en cierto modo así fue: en 1947 Dior introdujo el New Look, con las líneas depuradas que recibieron nombres de letra, como la A o la H (‘Breve historia del traje y de la moda’. James Laver)
Durante la postguerra y la creación del nuevo orden mundial, la moda rompe con las tendencias anteriores y se imponen los valores impulsados por la juventud. Se impone la Moda sin norma, sin convenciones. El Prêt-à-porter gana terreno sobre la alta costura.

Esta tendencia va a más durante los años 60, cuando se producen los movimientos de protesta que desembocan en movimientos radicales que ponen en entredicho los principios sociales de clases o de catalogación del individuo por géneros.
La moda comienza a entenderse como expresión propia de cada individuo y no como una tendencia de moda. El gusto estará en la variedad porque sobre gustos no hay nada escrito.
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3 Comentarios
L.R. Macleod Talbot
Muy interesante y bien documentado. Estupendo post.
sergio rafael gomez
Yolanda. Como es habitual, la excelencia y la seriedad iconográfica , los contenidos son estupendos. Un placer su lectura. Sergio Gómez., Historiador del Arte
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