
Álbumes de fotos o el arte de guardar nuestra memoria.
El álbum de fotos es un espacio donde guardamos nuestra memoria. Donde los límites entre la realidad y el recuerdo se quedan archivados para siempre. En un álbum de fotos se dilata el tiempo de forma infinita y, más allá de todo lo demás, es un archivo y registro de nuestra vida y de los aspectos más importantes y ensoñadores, a la par que un ejercicio artístico y creativo.
“La fotografía constituye un ejercicio científico y artístico de primer orden. Por ella, vivimos más, porque miramos más y mejor. Gracias a ella, el registro fugitivo de nuestros recuerdos conviértase en copioso álbum de imágenes… La vida pasa, pero la imagen queda”.
Santiago Ramón y Cajal “Los encantos de la fotografía”, La fotografía de los colores

Actualmente predominan el álbum de fotos digital, por aquello del avance de la tecnología. Pero existen tantas variedades y tipos que, hasta vosotros mismo podéis fabricaros uno a medida. Lo importante es que estos álbumes de fotos y recortes recopilen vuestra memoria.
Lo que consideramos un invento relativamente moderno, porque ahora vivimos en una sociedad de la cultura de la imagen, es un hábito humano mas, que tiene su propia historia y que responde al deseo de atrapar ese momento especial de nuestro entorno.
Y para que veáis que todo tiene su historia, los griegos ya poseían en el primer siglo D.C una especie de álbum, denominado “koinoi topoi”, donde guardaban toda serie de ideas filosóficas. Porque el concepto de álbum surgió antes que la propia palabra que lo definiría.
En el Renacimiento, algunos nobles recopilaban en libros, información que les parecía interesante, ya fueran cartas, poemas o citas sobre algún escrito.

Al principio, esta recopilación se hacia a mano. Cuando llegó la imprenta y la literatura impresa proliferó, las personas comenzaron a recopilar trozos de libro, a modo de recorte, para formar sus álbumes.
Entre los siglos XVI y XVII surge una costumbre entre los nobles jóvenes que era la de apuntar en una especie de libreta, el nombre de todas sus relaciones por si sus nombres debían ser recordados para una futura relación de cualquier tipo, desde social hasta matrimonial, nunca se sabia.

Estos libros, denominados Alba Amicorum funcionaban a modo de red social actual y eran una mezcla entre libro de viajes, agenda, diario personal y álbum de fotos.
Los Alba Amicorum surgieron en el ámbito universitario y a través de los viajes que los jóvenes nobles hacían por Europa para ampliar sus conocimientos.

Las fotografías, que no existían, eran suplidas por dibujos y grabados.
A partir del siglo XVII se afianzó la recopilación de grabados y dibujos que los nobles colocaban en los denominados gabinetes de curiosidades o cuartos de maravillas, que solían ser una pieza de la casa donde, además, se coleccionaban objetos exóticos procedentes de viajes.

Si bien la imprenta de Gutenberg fue el punto de partida para que la información comenzara a llegar en masa a la población, la invención de la imprenta industrial, permitió la proliferación de los libros y los elementos impresos. Surgen folletos, tarjetas postales, periódicos etc. De esta manera, todo se vuelve recortable, recopilable y coleccionable, por el fácil acceso.
En castellano, la palabra álbum surgió a partir del siglo SXVIII, generalizándose en el S.XIX. Se atribuía la palabra a un libro, bellamente encuadernado pero con las hojas en blanco. En ellos se podía recopilar de todo: autógrafos, escritos, dibujos, textos etc.
En el siglo XIX, se recopilaba de todo. Surge el llamado scrap, término muy actual hoy. El scrap son fragmentos obtenidos en cualquier parte y sin valor aparente. Los álbumes se llenaban de scrap y de recortes de imágenes de todo tipo.

En esta misma época, surgió otra técnica decorativa de estos libros basada en el collage. Actualmente, el collage es una corriente artística muy extendida dentro del arte contemporáneo.
Pero apareció, incluso, antes de que fuera utilizado como práctica artística durante las vanguardias históricas y de que Picasso pintara su celebre Naturaleza muerta con silla de rejilla (realizada con esta técnica).
Hay que destacar que en la segunda mitad del S. XIX, sobre todo las mujeres aristócratas, comenzaron a utilizar la técnica del collage para ilustrar sus álbumes de fotos. La fotografía, desde sus inicios, gozó de mucha popularidad entre el colectivo femenino de las clases adineradas en la Inglaterra victoriana.
Recordamos que en esta época, las mujeres tenían un papel meramente de “almas del hogar”. Las mujeres no tenían acceso a muchas instituciones culturales y cualquier tipo de iniciativa cultural era mal vista por una sociedad, básicamente, patriarcal.
Pero la fotografía permitió a muchas de ellas realizar una práctica artística desde sus hogares, sin necesidad de acudir a las sociedades fotográficas y escuelas especializadas que se habían creado y en las que su participación estaba vetada.

La fotografía en la época victoriana estaba en pleno auge. Era una práctica normal hacerse retratos de estudio para las cartas de visita que después se intercambiaban en las reuniones sociales.
Las mujeres, haciendo uso de un increíble talento, las utilizaban para crear foto collages llenos de fantasía e imaginación que mezclaban con acuarela. Al principio eran de uso privado, pero acabaron siendo compartidos en reuniones donde cada mujer mostraba sus creaciones.
Este mal llamado “entretenimiento” les permitía, no solo pasar el tiempo, sino desarrollar un medio de expresión propio. Un entretenimiento que se convertiría en un adelanto de la técnica creativa y rompedora que seria utilizada por los surrealistas y los dadaístas ,después.
Frances Elizabeth Cowper o Lady Fanny Jocelyn, utilizaba sus propias imágenes que fotografiaba y terminaría dedicándose a la pintura tras la muerte de su marido y de sus seis hijos.

Alejandra de Dinamarca, Princesa de Gales y después reina consorte de Eduardo VII, fue una virtuosa de la pintura de acuarela y colecciono e hizo fotografías. Pudo estudiar en la Stereoscopic School de Londres y fue una mujer muy influyente que dignifico el arte de la fotografía, publicando varias de ellas.

Lady Georgiana Berkeley (1831-1919), mujer independiente tras la muerte de su marido, realizó diversas composiciones alejadas del estilo de las mujeres de la época victoriana, sociedad a la que pertenecía. Son modernos y comparten un tono crítico. Convirtió el collage en un medio de expresión eficaz.

Hacia 1890 comienza a aparecer el álbum de fotos familiar. En 1900 se comercializa la cámara Brownie, la primera cámara de fotos asequible para una familia. Se podía llevar de un sitio a otro y el álbum de fotos se generaliza en la sociedad y se va llenando con fotos de escenas de la vida diaria.

A partir de ahí, tanto la fotografía como los soportes para su colocación han ido evolucionando, hasta la fotografía digital actual.
Sin embargo tanto el scrapbooking y el collage siguen manteniendo su actualidad a la hora de hacer álbumes de fotos y proyectos de vida. Cómo harías el tuyo?
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