
Lavinia Fontana. Pioneras en el arte.
Lavinia Fontana está considerada la primera mujer artista profesional que cobraba por su trabajo.
Lavinia Fontana, fue una pintora italiana del primer Barroco. Una de las mujeres artistas más importantes e influyentes de su época, que incluso llegó a ser pintora oficial de la corte del Papa Clemente VIII.
“Sorpresa de la gente y de Natura Lavinia Fontana, gran pintora, es única en el mundo como el Fénix”. Guilio Cesare Croce, escritor de la epoca.
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Ahora, el Museo del Prado, organiza una muestra que contará con la obra de Lavinia Fontana y la retratista de la corte de Felipe II, Sofonisba Anguissola.
Lee sobre Sofonisba Anguissola.
La exposición pone de manifiesto el arte de estas dos mujeres, cuyas figuras se fueron desdibujando a lo largo del tiempo y de los libros de la Historia del Arte.
Ahora, la Historia del Arte, se reescribe y saca a la luz la obra de grandes artistas femeninas.
El Museo del Prado pretende seguir dedicando espacio y atención a las figuras femeninas, ya que se remonta a dos años la primera exposición dedicada en exclusiva a una mujer artista, Clara Peeters.
Lavinia, su vida.
Lavinia fue hija del célebre pintor Próspero Fontana, pintor boloñés que fue colaborador de artistas como Perin del Vaga, Zuccari, Vasari o Primaticcio.
Nació en 1552 en Bolonia (Italia), ciudad en la que, entonces, se vive un gran ambiente cultural. Prueba de ello es que la ciudad construyó la primera universidad del mundo. Y, fue la primera en aceptar a mujeres para que cursaran sus estudios, lo que denota su carácter progresista. Hay constancia de que en la ciudad actuaban muchas pintoras, gracias a esta labor facilitadora que ejercía la universidad.
Prospero Fontana, pintor de la escuela de Bolonia, comenzó a educarla en el oficio. El estilo de Fontana fue, inicialmente, muy cercano al manierismo tardío que practicaba su padre. En el catálogo de Prospero Fontana destacaron los retratos, una habilidad que, Lavinia Fontana heredó.
En sus primeros años, Lavinia, mostró en sus obras la influencia de su padre, desarrollando un arte religioso, claro, directo y de facil comprensión.
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Desde muy joven se hizo un nombre como pintora de pequeñas obras de gabinete, principalmente retratos.
En esta época, la mayoría de las mujeres artistas, aprendían de sus padres y, para seguir con sus estudios y su obra, se casaban con artistas del mismo u otro taller. Este echo facilitaba que pudieran seguir dedicadas al trabajo de artistas.
Lavinia estaba siendo educada en un ambiente culto y rodeada de los grandes artistas de su época, como Ludovico Carraci. Influida por éste último, comenzó a utilizar colores fuertes que eran propios de la escuela veneciana. Gracias a ello, pudo evolucionar de los conocimientos y estilo paterno, a desarrollar un estilo propio.
Lavinia se casó en 1577, con 25 años, con Gian Paolo Zappi.
Zappi, era pintor del taller de Prospero Fontana y miembro de una familia noble. Tuvo once hijos con él.
El matrimonio también fue de carácter progresista para la época. Lavinia siguió pintando durante su matrimonio para ayudar a la familia económicamente, mientras su esposo se encargaba de las labores de la casa y asistía a su mujer como ayudante en el taller. Zappi ayudaba a Lavinia a realizar el fondo de sus cuadros.
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Fontana admiraba la obra de Sofonisba Anguissola. Se puede apreciar la influencia de esta pintora, en el gusto que desarrolló Lavinia, por los detalles y su su excelente técnica a la hora de recrear joyas y tejidos.
Ambas supieron romper con los estereotipos y roles que la sociedad esperaba de las mujeres, en relación con la práctica artística y el arraigado escepticismo sobre las capacidades creativas y artísticas de la mujer.
Trabajaron como cualquier pintor masculino, aceptando encargos de particulares y viviendo de sus ingresos como artistas.
En 1603, tras la muerte de su padre, la familia se muda, permanentemente, a Roma. Aquí fue elegida pintora oficial de la corte del papa Clemente VIII. También obtuvo el mecenazgo de los Boncompagni.
Con la muerte del papa Clemente VIII en 1605, fue designada retratista de la corte del papa Paulo V.
Lavinia Fontana pintó desnudos, tanto masculinos como femeninos, en sus pinturas religiosas y mitológicas de gran formato. El tema de los desnudos era algo excepcional en una pintora, del momento.No estaba bien visto. Era una temática reservada para los pintores masculinos.
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Desde muy joven, Lavinia consiguió hacerse famosa gracias a sus pinturas de gabinete y sobre todo a sus retratos, en los que el detallismo de los ropajes y joyas fue muy apreciado. Se convirtió en la retratista de la clase alta boloñesa, sobre todo de sus mujeres o creando retratos de grupo sumamente novedosos, logrando ser muy bien pagada por ellos
Lavinia Fontana, sus obras.
El catálogo de su obra es bastante extenso, se tiene constancia de 135 obras suyas, aunque sólo se conservan 32 fechadas y firmadas.
Su producción es la mayor de una mujer antes del siglo XVIII.
El retrato de la familia Gozzadini.
Esta obra está considerada una de las mejores. Se trata de un óleo sobre lienzo realizado en 1584.

Lo encargó Laodamia Gozzadini , la mujer de la derecha. Quería que se la retratase junto a su familia, resaltando también todas las pertenencias que llevan las mujeres en el cuadro, joyas y vestidos.
Autorretrato tocando la espineta.
En 1577 realiza una de sus obras más importantes. Su autorretrato tocando la espineta.

Lavinia pintó este Autorretrato como regalo de bodas para su marido. Aparece tocando una espinela, obra que está considerada como una de las más destacadas de su producción.
Cristo con los símbolos de la pasión
Es su obra más antigua y está fechada en 1576.

Retrato de Antonietta Gonsalvus
Entre 1594 y 1595 realiza una de las obras más curiosas de su colección. Se trata del Retrato de Antonietta Gonsalvus.
El retrato muestra a una niña, de once años, cubierta de pelo debido a que padece la enfermedad, Hipertricosis Lanuginosa Congénita, heredada de su padre Petrus Gonsalvus.
Siendo su enfermedad, el caso más antiguo de los que se han descrito en Europa de esta enfermedad, fueron varios los retratos que se hicieron de su familia y ella.

Minerva vistiéndose.
En 1613 realiza la pintura llamada Minerva vistiéndose.

Fontana también se dedicó a pintar temas mitológicos, temática que estaba dominada por hombres.
El estudio del cuerpo humano, no sólo, lo utilizó para la realización de obras mitológicas. Lo aplicó a la pintura de carácter religioso, “Cristo con los símbolos de la pasión” que hemos visto un poco mas arriba.

Hasta su muerte en 1614 Lavinia recibió, en Roma, numerosas muestras de honor. Fue nombrada como miembro de la Academia di San Lucca y en 1611 se acuñó una medalla en su honor, realizada por el escultor Felice Antonio Casoni, en la que aparece representada de perfíl, por el reverso, y frente a su caballete, en el anverso.
Otras de sus obras, las podéis ver en nuestro espacio visual Galería Virtual.
La exposición “Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana” podréis contemplarla en el Museo del Prado, Madrid, a partir del 22 de octubre y hasta el 2 de febrero.
Disfrutad del Arte!

