
Lita Cabellut, narradora de rostros.
“Goya es mi maestro en la pintura, en la innovación de materiales, pero también en como él defiende al ser humano…Cuando trabajo, Goya siempre está presente” Lita Cabellut.
En su primera visita al Museo del Prado, la pequeña Lita, vio el cuadro de “Las tres Gracias” de Rubens. En ese momento descubrió lo que quería ser de mayor, su vocación verdadera: la pintura. Otros pintores, como Goya, Velázquez y Rembrandt también han influido, poderosamente, en su obra.
Lita nació en Sariñena, un pequeño pueblo de Huesca en 1961. Manuelita, nació en una familia gitana, rota y pobre. Desconoció la identidad de su padre y su madre la abandonó con tres meses de edad. Su abuela, que malvivía, se hizo cargo de la pequeña.
Lita pasó gran parte de su infancia en la indigencia, vagando por las calles de Barcelona, pidiendo limosna en Las Ramblas o el mercado de la Boqueria y sin asistir a la escuela.
Siendo pequeña su abuela muere y es internada en un orfanato, del cual no le quedó buen recuerdo.
Aprendió antes a dibujar y pintar que a leer y escribir. Era disléxica y esos primeros dibujos eran su verdadero idioma, su forma de expresarse, de ver, ser y entender la vida. Aunque era una niña, ya había convivido con una dura realidad que cualquier niño no debería haber visto, llena de personajes sórdidos y muchas carencias.

Con 13 años cambia su suerte. Es adoptada por una familia holandesa pudiente que estaba afincada en Barcelona.
Esto significó el principio del fin de sus penalidades. Gracias al cariño, la dedicación de sus nuevos padres y el nivel económico acomodado de éstos, la joven cambió su vida: Lita comenzó a tener profesores particulares, primero para corregir y tratar su dislexia. Y, después, para formarla en la pintura.
El garaje de la casa fue su primer pequeño estudio en el empezó a desarrollar su vocación.
En 1978, realizó su primera exposición en el Ayuntamiento de Masnou, donde residía.
En 1982, a los 19 años Lita Cabellut, se muda con sus padres a Holanda donde es becada en la academia de arte Gerrit Rietveld (1982-1984).
Durante estos años su trabajo se vio influido por los grandes maestros holandeses y la artista desarrolló algunas de las técnicas que se han convertido en su seña de identidad.
ARTPrice, líder mundial en precios de arte y bases de datos de índice de arte, reveló en 2015, que la pintora española era la más cotizada, estando solo por detrás de Miquel Barceló y Juan Muñoz.
Y, sin embargo, es una artista poco conocida en nuestro país, al no estar presente en el circuito de museos y galerías español. Ha expuesto en las mejores galerías del mundo: Nueva York, Ámsterdam, Miami, Singapur, Colonia, Hong Kong, Atlanta, Chicago, Londres, París, Venecia, Madrid, Barcelona, Seúl o Dubái.
Sin duda, las ganas de vivir frente a la tragedia han sido una de las claves de su arte.
Prostitutas, enfermos mentales, y vagabundos son los personajes preferidos de Lita Cabellut. Le gusta que sus obras golpeen conciencias.


“Es una forma de que aprendamos a verlos, a sentirlos. Me gusta fijarme en la gente que tiene menos voz, y empatizo con la gente que está sola, y con la soledad”, reflexiona.

Lita Cabellut pinta retratos fotorrealistas, considerado como una variante del hiperrealismo. Trabaja con oleo sobre lienzo y utiliza una gama cromática particular, predominando los colores blanco, rojo y negro.
“El color negro enfatiza la relación entre el estigma y su visión de la belleza; sus obras tiene el volumen de un relieve telúrico, la cartografía de un caos que conforma con naturalidad el atlas, terreno y celeste, de la mirada o el cuerpo…”
En sus cuadros de gran formato, emplea la pintura “al fresco” con influencias de autores tan diferentes como Rembrandt, Francis Bacon, Jackson Pollock o Antoni Tàpies.
Cabellut se ha hecho experta en una técnica innovadora que por medio de un craquelado estratégicamente colocado, aumenta el impacto visual de cada una de sus obras.
La piel es pieza clave en las obras de Cabellut: como órgano externo que revela las experiencias, que muestra el paso del tiempo, las cicatrices del dolor, la fuerza, el carácter y la angustia propia de la existencia del ser humano.

Una vez terminado el motivo principal de sus cuadros, la artista desgeometriza la perfección del rostro con trazos de otros colores, inesperados y gruesos. Estos trazos bastos de pintura rompen la delicada belleza de sus modelos como una analogía de lo que el paso del tiempo, el dolor y las diversas experiencias van dejando en la piel y el rostro de las personas.
Los trazos desgarrados de sus pinceladas recuerdan a Lucien Freud y Francis Bacon, dos de sus pintores favoritos.
La propia autora describe, en una entrevista realizada para RTVE, la relación del trabajo de estos artistas con su obra: “con esas pinceladas neuróticas Freud es un maestro en describir la crueldad”, y afirma también que representa el “lado más olvidado de la sociedad”, con el que “empatiza especialmente”.
Lita Cabellut es una artista multidisciplinar que trabaja, no solo con pintura, también realiza dibujos en papel, escultura, fotografía, poesía, poemas visuales y vídeos.
En 2011 recibió el Premio de Cultura Gitana de Pintura y Artes Plásticas del Instituto de Cultura Gitana en reconocimiento al trabajo realizado en beneficio de la cultura gitana en el mundo.
El trabajo artístico de Lita Cabellut se agrupa en colecciones o series de pinturas.
La colección Frida, The Black Pearl (2010) es un tributo a la artista mexicana Frida Kahlo.

Esta serie inspiró a Cabellut a crear Coco, The Testimony of Black and White (2011), una serie compuesta por 35 retratos de gran formato de una de las figuras más influyentes en el mundo de la moda: Coco Chanel.

Con la serie A Portrait of Human Knowledge (2012), rindió homenaje a algunos de los iconos de conocimiento más influyentes de los últimos 150 años, como son Stravinsky, Nureyev, Marie Curie, Billy Holiday, Federico Garcia Lorca, Rudolf Steiner y Sigmund Freud.



The Trilogy of the Doubt (2013) es una colección compuesta por pinturas trípticos de temática social que hablan sobre el poder, la injusticia y la ignorancia.

La colección de retratos Dried Tear (2013) expresa la fascinación que Lita Cabellut siente por la cultura asiática.



En 2014 realiza, The Black Tulip (2014) inspirada en el símbolo nacional de los Países Bajos: el tulipán.

Una de sus últimas colecciones, Blind Mirror (2015) explora temas que van desde la cultura, a la religión, centrándose en algunas de las mas influyentes en la historia.

En 2019, el 14 de febrero, comenzó la exposición LA VICTORIA DEL SILENCIO en el Museo Goya de Zaragoza.
“Me siento como una niña descalza que tiene que estar en la cama pero quiere un beso de buenas noches”.
Así se expresaba Lita Cabellut al presentar La victoria del silencio.
Es la primera vez que su obra puede verse en Zaragoza, en el museo que es “la casa del maestro que tanto admiro”. Quiso que la exposición fuera montada para que hubiera “un diálogo entre las salas y con el público, pero sobre todo con el maestro”. De hecho, cuando trabaja “Goya está siempre presente”.

La victoria del silencio está compuesta por 40 piezas y puede verse en el museo hasta el 2 de junio de 2019.
“Hay que entender la esencia del arte para así acercarse a la libertad, que es lo más difícil porque es esa libertad la que trae el silencio” . Ese silencio al que hace referencia el título de la exposición.
A través de sus retratos, Lita Cabellut cuenta historias del ser humano y transmite un mensaje social con su pintura.
Lita Cabellut es una pintora de retratos y una narradora de historias a través de sus pinceles. Sus rostros reflejan casi todo: serenidad, comedia, drama. Poseen una mirada hipnótica que no pasa desapercibida. Son rostros, ante todo, vivos.
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Un comentario
Maria B.
Uno más de los buenos artículos que expones.
Lita Cabellut, impactante, su vida y su obra.
Me atraen, la expresión, las miradas del rostro de los personajes y su técnica de la pintura.
Muy personal.