
Musas Insumisas. Cuando las musas se revelaron.
Musas Insumisas responde a esa capacidad de la mujer a revelarse contra su papel de diva, de mujer estereotipada en las industrias de la cultura y del cine y, porque no, del arte.
“Calladita estás más guapa” es el título del vídeo con el que la actriz Delphine Seryg, activista y realizadora, protestó en 1976 contra la industria del cine y su mirada estereotipada sobre la mujer.
Un vídeo de mucha actualidad, a pesar de estar rodado en 1976 y, en el que diversas actrices hacían público el modo en que su género afectaba a su trabajo. Os suena?
Y de esta manera, las Musas se revelaron y se convirtieron en las Musas Insumisas.
Musas Insumisas, Delphine Seyrig y los colectivos de vídeo feminista en Francia en los 70 y 80, es una exposición que, muestra el recorrido de la actriz Delphine Seyrig de musa y diva a activista política y feminista.
La exposición explora la intersección entre las historias del cine, el vídeo y el feminismo en Francia.
Delphine Seyrig (1932-1990) es conocida, sobre todo, por los papeles que interpretó en el cine francés de autor y, muy especialmente, en El año pasado en Marienbad (1961) de Alain Resnais, en el que aparecía como símbolo de una feminidad idealizada y sofisticada. Debido a esta película, Desphine Seyrig es recordada como A, la mujer morena.

Sin embargo, “actuar” no fue solo una profesión para Seyrig.
Durante la década de 1970 se convirtió en una activista que trabajó con compromiso con las redes del movimiento feminista. Al mismo tiempo, su colaboración con cineastas mujeres como Chantal Akerman, Marguerite Duras o Ulrike Ottinger, le permitió explorar otros papeles femeninos y deshacer su propia imagen de diva.
Delphine Seyrig tuvo un rol fundamental en el impulso del feminismo francés en los setenta y los ochenta y en su expresión cinematográfica.
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Una vez le preguntaron en que consistía su feminismo. Delphine contestó:
En mi comunicacion con otras mujeres, eso es lo primero. Escuchar a otras mujeres, hablar con ellas…no podría vivir sin eso.”
La exposición está comisariada por Nataša Petrešin-Bachelez y Giovanna Zapperi e incide en la importancia de la nueva técnica del vídeo por la repercusión inmediata que tenían sus mensajes, así como en las reivindicaciones ligadas a la mujer y al cuestionamiento de los sistemas de poder tradicionales.
Delphine participó, en los sesenta y los setenta, en películas dirigidas por Rosey, Truffaut (Besos robados) o Buñuel (El discreto encanto de la burguesía).

A partir de mayo de 1968, Seyrig tomó conciencia del rol que como mujer desarrollaba en el cine. Surgía la Musa Insumisa.
La mayor parte de las veces representaba a esa dama idealizada y perfecta. Comenzó a desmontar su propia imagen de diva y dio paso a un proceso de meditación colectiva sobre el papel que la mujer tenia en el cine.
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Descubrió en el vídeo portátil, una herramienta política por la inmediatez que permitía en dar a conocer las complejas experiencias femeninas y que, hasta ahora, no se daban a conocer en la gran pantalla.
“Delphine entendió rápidamente el uso subversivo del vídeo”, recuerda Roussopoulos, que a su vez poseía otra biografía especial. En 1970, tras ser despedida de Vogue, donde había trabajado durante tres años, su marido, Paul, y Jean Genet le convencieron de que invirtiera el dinero de la indemnización en comprarse una cámara de vídeo. Y así hizo: fue la segunda en adquirirla en Francia
Estableció estrechas relaciones con figuras femeninas cineastas como Chantal Akerman, Agnès Varda, Marguerite Duras o Ulrike Ottinger.

En 1975 Carole Roussopoulos impartía talleres de vídeo durante los fines de semana para grupos de seis mujeres, en París, en el distrito 14.
En uno de ellos, cinco de las alumnas cuchicheaban muy nerviosas, y una le confesó a la profesora y activista feminista el motivo: “La otra compañera es Delphine Seyrig”. Roussopoulos no conocía a la actriz y años más tarde confesó “Que no la conociera fue positivo porque nuestra relación fue muy distinta”.
A partir de ahí , Delphine Seyrig junto a Carole Roussopoulos, Ioana Wieder y Nadja Ringart puso, además, en marcha el colectivo Las Insumisas. Las musas insumisas.
Las musas insumisas produjeron diversos trabajos videográficos ligados al Movimiento de las Mujeres.
En sus primeros trabajos como directora, Seyrig usó a Alexandra, la hija de Carole, como actriz.
En ellos planteaban nuevas reconstrucciones de las identidades femeninas y analizaban pasados roles de género. Pero lo más importante es que dieron voz, desde su posición privilegiada, a quienes no la tenían: disidentes, prisioneras políticas o mujeres torturadas en otros países, prostitutas o rechazadas por no ajustarse al canon.
Uno de los primeros vídeos filmados por Delphine es es una proclama por la liberación de la opositora política brasileña Inês Etienne Romeu, que muestra los padecimientos que ella sufrió durante su encarcelamiento.
Mientras que el movimiento feminista ganaba importancia, Las Insoumuses o Insumisas, salieron a la calle para documentan las manifestaciones y luchas que presentaban cuestiones como el aborto, el trabajo reproductivo, el trabajo sexual, el surgimiento del movimiento gay y lésbico y la situación de las trabajadoras.
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Las musas Insumisas ponían de relieve la importancia de los cuidados y de la comunicación entre mujeres y ofrecían contrainformación sobre temas demasiado controvertidos para la televisión pública francesa.
Uno de los vídeos mas controvertidos fue el que filmaron con motivo de la huelga de las trabajadoras sexuales de Lyon, en 1975. Les prostituyes de Lyon parlent.
Seyrig, apareció en numerosas ocasiones en televisión por su trabajo, y decia : “Militante es alguien que abandona su vida para luchar por algo. Yo no lo soy. Yo soy una actriz que respira feminismo”
“Me tiemblan las manos, no estoy cómoda, porque tengo tantsa cosas que decir, que rebosan. Son muchas las mujeres que llevan este exceso encima. Y eso demuestra que su vida no es como deberia ser”. Delphine Seyrig.
La muestra del Museo Reina Sofía consta, sobre todo, de vídeos. También encontrareis fotografías, instalaciones y material documental que revisan la trayectoria de Delphine Seyrig, primero como actriz vinculada a aquel cine de autor francés y su paso al activismo, abriéndose a acoger opiniones ajenas y encontrando fuerza y sentido en lo colectivo.
En 1982, Seyrig, Carole, y Wieder fundaron en París el Centro audiovisual Simones de Beauvoir.
Se trata de un archivo audiovisual dedicado a documentar las luchas y las iniciativas lideradas por mujeres. Pidieron a Simone de Beauvoir que prestara su nombre para subrayar la continuidad entre generaciones feministas y para subrayar la importancia que tienen en las luchas presentes, las pasadas y previas.
Podéis ver esta exposición en El Museo Reina Sofia hasta el 23 de marzo de 2020.
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